Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia rechazaron este lunes la represión ejercida por el Gobierno de Juan Manuel Santos sobre el Paro Nacional que se desarrolla en esa nación suramericana. La agrupación también urgió sobre la necesidad de debatir el punto de la participación política.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) rechazaron este lunes la represión militar emprendida por el Gobierno de Juan Manuel Santos en contra de la protesta popular, que en el marco del Paro Nacional se desarrolla en esa nación suramericana.
Desde el Palacio de Convenciones de La Habana, sede permanente de los Diálogos de Paz, Pablo Catatumbo, miembro de la delegación de las FARC-EP, manifestó que "los problemas que tienen inconforme al pueblo más humilde, y reclamando justicia en las calles, no pueden ser enfrentados con medidas de represión militarista".
Durante una rueda de prensa antes del inicio del decimocuarto ciclo de negociaciones, la agrupación resaltó que la coacción por parte de las fuerzas de seguridad colombianas ha dejado un saldo de 850 heridos, y más de medio millar de personas se encuentran a la espera de sanción judicial.
"Esto sucede en un momento en el que precisamente se debate sobre el asunto de las garantías de oposición que deben tener los partidos y movimientos políticos, como también los movimientos sociales, a los que tradicionalmente se les desconocen éstos y otros derechos fundamentales", agrego Catatumbo.
Otro de los temas en los que las FARC-EP llamaron la atención fue en la necesidad de debatir en la mesa el punto que corresponde, la participación política.
"Urge volver al orden de la agenda, atendiendo a lo que está pactado desde los inicios de las negociaciones, lo cual ninguna de las partes puede pretender variar, tal como en ocasiones ha ocurrido por acción unilateral del Gobierno", apuntó.
Es la segunda ocasión que la insurgencia pide a los representantes de la administración de Juan Manuel Santos abordar solo el tema que corresponde.
En el comunicado conjunto, divulgado al final del decimotercer ciclo de conversaciones, las FARC-EP invitaron al Gobierno a "retomar con celeridad el segundo punto de la agenda".
Catatumbo cuestionó también la designación del nuevo ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde. "Un protagonista y representante del círculo de latifundistas que han acumulado tierras baldías mediante trucos y simulaciones jurídicas", sostuvo.
Además, fustigó la ratificación de Juan Carlos Pinzón como titular de Defensa, a quien calificó como un "parlanchín que sataniza la protesta y ordena al ejército su aplastamiento a sangre y fuego".
Por su parte, a su arribo a la capital cubana, la delegación gubernamental no dio declaraciones a la prensa.
Los Diálogos de Paz iniciaron en noviembre de 2012. Hasta ahora, las delegaciones han discutido dos puntos de una agenda de cinco: el desarrollo rural, ya consensuado, y la participación política de la guerrilla. Quedan aún por abordar los puntos sobre drogas ilícitas, abandono de las armas y reparación a las víctimas.
El proceso de paz cuenta con el respaldo de Noruega y Cuba, como países garantes, y de Venezuela y Chile como acompañantes.
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